Suena mi móvil, miro la pantalla y veo que es mi amiga Meli, Meli es ginecóloga en el hospital de Alicante y es intima amiga mía y de Rita, a la que ya conocéis de otras entradas en este blog.
-Dime guapa –le contesto.
-Ven corriendo, es Rita –me dice.
-Pero qué pasa.
-Se ha roto una pierna –me informa.
Me visto a la carrera y en diez minutos estoy en el hospital, al llegar a la habitación veo un verdadero cuadro, mi amiga Rita tiene la cara desencajada, se parece al increíble Hulk en su peor día, incluso en el color.
-¿Qué ha pasado? –le pregunto.
-Recuerdas que me iba a hacer barranquismo ¿no?.
-Sí.
-Pues no pasé del primer barranco.
-¿Pero cómo te la has roto?
-Bajamos por uno que daba a un riachuelo y había que tirarse…
-Y claro tú la primera.
-Sip.
-Y no se te ocurrió que a lo mejor, digo yo, tu metro ochenta y cinco no fuera lo mejor para caer en un riachuelo de ¿cuánta profundidad?
-No mido metro ochenta y cinco.
-Vale ochenta y tres.
-Me du-e-le, quiere alguien ponerme algoooooooo – grita a nadie en particular.
-Y que te duele más, la pierna o el orgullo.
-¡Vete a la mierda!
-Voy a llamar a alguien.
Cuando entra la enfermera mi amiga se dirige a ella rápidamente.
-Por favor algo para el dolor, me estoy muriendo.
-Nena, aún no has orinado en el botecito que te di, hasta que no lo hagas no podemos darte nada.
-¿Pero por qué? –se queja.
-Porque puedes estar embarazada y no…
-NO ES-TO-Y EM-BA-RA-ZA-DA he dicho por enésima vez.
-Nena tenemos que asegurarnos.
-¿Has hecho algo que no me has contado últimamente? –pregunto a mi amiga.
-Llevo dos meses ¡SIN FOLLAR! –dice Rita gritando y con los ojos fuera de las órbitas, momento que naturalmente aprovecha el traumatólogo para entrar en el box, junto con una legión de estudiantes acnéicos, que parecen más interesados en la vida sexual de Rita que en su pierna, a juzgar por las caras que está poniendo.
-¡Dios! Lo que me faltaba –se queja ella.
-Tranquila cariño, respira, respira.
El médico, un hombre de unos cincuenta años se acerca a ella.
-A ver guapa, con respecto a eso yo no puedo hacer nada porque estoy casado pero seguro que aquí tenemos algún voluntario, pero con la pierna sí te puedo ayudar.
Rita se incorpora un poco y coge al hombre por la pechera de la bata.
-Quiero ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡MORFIIIIIIIIIIIIINAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! –grita en su cara.
-Ummhhhh, ya veo ¿por qué no se le ha dado algo para el dolor? –pregunta el médico.
-Porque puede estar embarazada –contesta la enfermera.
-Y dale –se queja Rita –tú eres de ideas fijas ¿eh?
-Todos los aquí presentes sabemos desde cuando no tienes relaciones, ejem –el médico se aclara la garganta -¿has tenido la regla recientemente?
-Tengo que cambiarme el tampón ¿es lo suficientemente reciente?
-Yo diría que sí, enfermera, prepare esa morfina.
-Entonces, ¿por qué nada más entrar llamas a una ginecóloga? –le pregunta indignada la enfermera.
-Porque es mi amiga y necesito a mis amigas –dice con una lágrima en la cara, yo me acerco y la abrazo.
-Como vuelvas a hacer algo así, te hago como a los caballos –le digo al oído.
-¿Me vas a ensillar? –pregunta.
-No, te remato.
El médico se marcha y la comparsa detrás.
La enfermera le pone la cuña a Rita.
-Haces un pis y mientras yo preparo la medicación –mi amiga la mira entrecerrando los ojos y con humo saliendo visiblemente por la nariz, pero teniendo claro que ésta batalla no la gana.
Veinte minutos después la morfina ya ha hecho efecto.
-Ja jajajaja, la verdaz ez que ha zido graciozo –me dice mi amiga.
-Rita no hace falta que hables, ahora solo descansa.
-No en zerio, ¿zabez que el enfelmedo del helipoptero, me tidado loz tejos?
-Hay gustos para todo cariño, tal vez no era el mejor momento.
-Poz eztaba güeno, si no ez polque tengo la regla, quién sabe…
-Claro, claro porque lo de que tu tibia mire al este y al oeste en vez de al norte y al sur, para ligar no tiene importancia.
-¿Qué?
-Nada cariño, descansa.
En ese momento entra un celador con una cama.
-A ver pásate de cama que nos vamos a una habitación –le dice muy convencido.
-Voy –contesta obediente mi amiga. Sus manos comienzan a moverse en el aire como agarrándose a un hipotético cable que la pasara al otro lado, pero era lo único que se movía. El celador ni corto ni perezoso la agarra por las espinillas para ayudarla a pasarse.
Rita se incorpora quedándose sentada, su piel de color ceniza, los ojos fuera de las órbitas, la boca abierta pero sin ningún sonido, hasta que todo explota, juro que la vi echar espuma por la boca, la cabeza giró ciento ochenta grados sobre el tronco, y algo del estilo de “mira lo que ha hecho la cochina de tu hija” salió por su boca. Aunque tal vez fue algo más del estilo, “como vuelvas a tocarme te arranco los testículos y te los doy de comer”.
-Será mejor que venga más tarde –dice el hombre asustado.
-Sí será lo mejor –contesto yo.
Un mes después estamos viendo las fotos del riachuelo en cuestión.
-Pero si tiene una profundidad de medio metro –le dice Meli.
-Desde arriba no lo parecía –contesta Rita.
-¿Cómo de arriba? –le pregunto.
-Aquí –señala un punto en lo alto de una roca.
-Lo tuyo es de juzgado de guardia –se queja Meli.
-Que puedo decir, soy una aventurera, libre, independiente, valiente. Ains, que me hago pis, me acercas la muleta y me acompañas Bela que me da miedo caerme.
-Vamos doña independencia.
9 comentarios:
Muy divertido Bela!!. Siempre tan alegres tus escritos, como la vida misma, jajajaja.
Que bueno ay que risa.
Jossy.
De verdad que vaya cuadro. Y yo recordando mi última incursión a Urgencias, precisamente a Traumatología. Jajajaja.
Son geniales tus amigas, para escribir un libro ;-))
la verdad con tantos amigos, como bien dice olivia, podias escribir otro libro, jajja me rei muchisimo
ali
Lo estoy considerando, me encanta haceros reir chicas.
Genial!!, me desternille de la risa...muy bueno, en serio Bela, gracias por hacer esto...
Asia está basado en hechos reales. La vida a veces supera la ficción.
Tenes razón, y me gusta como lo describis...te felicito!
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