Hoy nos vamos las cuatro hermanas, emprendemos camino a Córdoba. Mi hermana Ali de la que ya os he hablado -sí, la que tiene un acosador de ochenta años- mi hermana Jossy que es, es, es ella misma, Jossy mide lo mismo que yo ¿os acordáis? metro y medio solo que a ella le gusta concretar, uno cincuenta y dos, tiene una preciosa melena larga y negra -negra por la gracia de san Loreal- y mil doscientos quince collares, le gusta vestir desenfadada con un toque hippy y es más buena que el pan, y por último la pequeñina, Nube. Nube tiene treinta y seis años pero sigue siendo la pequeñina, de estatura media, enormes ojos verdes, labios pequeños y carnosos, y nariz como los ojos, verdes no ¿eh? lo otro, aunque las palabras nariz y grande no pueden ir en la misma frase si nos referimos a ella, es tabú, en conjunto tiene una cara preciosa pero en los últimos años ha adoptado un vicio que afecta a su aspecto físico, le ha dado por quedarse embarazada, ya va por el tercero.
Éste último le ha sentado muy bien apenas vomita, pongamos unas diez o doce veces al día, su secreto, las empanadillas. En cuanto nota que le rondan las náuseas se echa una a la boca y frenan en el acto.
Como os decía estamos cargando el coche de Ali, ella ha metido ya en el maletero su trolly, Jossy su bosa gigante de espejitos y lunas grabadas que se compró en el último mercado medieval, yo llevo mi mega bolso rosa chicle último modelo del Strady y Nube…
-¡Nube venga!- le grita Ali al telefonillo.
-Voy que me faltan unas cositas- a los diez minutos la vemos bajar cargada de bolsas.
-Pero ¿qué llevas? Solo vamos a pasar una noche- la recrimino.
-Déjala pobreta ¿te encuentras bien hoy?- le dice Jossy cogiéndole las bolsas.
-Venga dame bolsas que vaya cargando el maletero. Ésta de ropa, esta de cosas de aseo, esta… ¿para qué llevas las toallitas de las niñas?
-¿No las llevarás a ellas en alguna bolsa que tú eres capaz- le digo rebuscando entre sus bultos. Aunque parezca una broma no lo es, las estoy buscando realmente.
-Meteros conmigo pero ya veréis como nos vienen bien ¡aaarrrggggg!
-¡Nubeeee! jajaja- esta es Ali.
-¡Jodeeerrr! jajaja- yo.
-Pobreta ¿tienes gases? ¿quieres tomarte una infusión de anís antes de irnos- es Jossy naturalmente, Aly y yo estamos partiéndonos de risa apoyadas en el coche.
-Desde que estoy embarazada parece que vaya a explotar, sí sí reíros malas hermanaaaarrrrggggs!
-¡Jajajajajaja!- Ali y yo.
Risa contenida- Jossy claro.
-Pues que sepáis que se pasa fatal- se queja Nube amargamente.
-Perdona- Ali.
-Me callo- yo.
-¡Arrrgggg!- Nube.
-¡Ainnnss! pobre- Jossy apretando la boca para evitar reírse.
-¿Y esta bolsa?- le pregunta Ali cuando consigue dejar de reir.
-Nada cuatro cosillas por si nos da hambre- contesta Nube.
-¡Pero si llevas dos kilos de empanadillas!- se sorprende Ali.
-Te vas a poner que en la próxima ecografía no te van a encontrar al bicho, eso o te sale empanao- le digo yo.
-Nada nada no engordo que estoy bebiendo mucha agua.
-¡Jajajajajaja!- Aly y yo- empanadillas remojás, jajaja- yo.
-Bela ya está bien- me riñe Jossy- no les hagas caso cariño vamos al coche.
-Vaaaarrrrgggale- ya sabéis quién es.
-Yo delante- se pide Jossy.
-Pero si ni conduces ni te sabes el camino- le digo yo.
-Pero detrás me mareo.
-Vale si tengo que escoger entre doña mareo y doña eructo me quedo con doña eructo pero las empanadillas las llevo yo.
-Ja arrrrgggg- efectivamente esto último lo ha dicho Nube.
-Déjame anda- le digo a Nube una vez acomodadas en la parte de atrás del coche- te voy a dar un masaje que vas a expulsar más aire que el Apolo XIII.
Comienzo con el masaje y Nube va expulsando aire en forma de pequeños eructos hasta que paramos en un semáforo y decide que es el momento de obsequiarnos con el premio gordo.
-¡AAAAARRRRRGGGGG!
-¡Dios!, que susto- digo llevándome la mano al corazón, las cuatro miramos instintivamente a los lados, al derecha en una furgoneta, una familia aparentemente árabe nos sonríe con aprobación, a la izquierda una familia aparentemente española se apresura a subir las ventanillas mientras ponen cara de alarma.
-JAJAJAJAJA- esta vez reímos las cuatro mientras las lágrimas corren libremente por nuestros rostros.
1 comentario:
Este se lo dedico a mis hermanas ¡gracias por darme tanto juego!
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