Bela Marbel |
16:45 horas
-Cariño, ¿te parece bien si me pongo la camiseta de la calavera? –me pregunta Ace mientras se vaporiza ligeramente con Egoiste -el perfume de los grandes acontecimientos, como los mejores vinos es añejo debe tener unos diez años-.
-Tendrás que ser algo más específico –le contesto.
-Pues la de la calavera.
-¡Ahhh esa! –replico con ironía –la negra.
-No, la otra.
-La gris.
-No mujer, la otra.
-La gris y negra.
-Que no mujer, la otra.
-A ver amor, todas tus camisetas son negras o grises y llevan calaveras así es que ponte la que te dé la gana.
-Joder pero digo el polo –lo miro indignada.
-Podías haber empezado por ahí. Sí cariño con el polo vas súper arreglado –confirmo.
-¿Verdad? –me dice mirándome orgulloso.
-¿Nunca te vas a poner algo de otro color?
-Recuerdas la camiseta de la rana ¿verdad?
-Ajá.
-Pues no, nunca más.
Ring-ring-ring.
-Cariño eso es tu móvil –me informa mi marido camino del coche.
-Ah sí, jopetas que raro suena. No me sale el nombre.
-Porque no te has pasado la agenda al teléfono nuevo, solo a ti se te ocurre cambiar de teléfono precisamente hoy.
Yo me limito a encoger los hombros en señal de indiferencia y descuelgo.
-Bela –me dice una voz al otro lado.
-Hola Oli ¿por dónde vas?
-Pues no me preguntes cómo lo hemos hecho pero estamos en la puerta del ayuntamiento y ahora qué?
Le indico tranquilamente el camino mientras sigo hacia el coche.
-¡Beeeelaaaaaa! –oigo un grito desgarrador que interrumpe mi conversación.
-¿Quéeeee? –contesto.
-Que te has pasado el coche –dice mi marido.
-Ups, es verdad. Estooo, cuando estés llegando me llamas otra vez –colgamos ambas a la vez para hacer “ambas” caso de las indicaciones de nuestros respectivos, “ambos” dejan caer palabras como “orientación” “mujeres” “mapas”…
-Bela has quedado a las seis y son menos veinte.
-¿Ves? Vamos bien aún me quedan veinte minutos.
-Eres la anfitriona, deberías estar allí antes de hora y no con el tiempo justo.
-No me estreses y arranca a ver si al final llegamos tarde por tu culpa ¿vale?
-No si conociéndote llegarás tarde a tu propio entierro.
-Ja, tus ojos no lo verán.
-Muy graciosa.
17:45 horas
Entro miro el cartel con la foto de la portada, la mía y… a correr con tacones y todo.
Cuando he conseguido llegar a la puerta unos fuertes brazos me sujetan.
-¿Dónde vas? –pregunta mi marido.
-Ummmhhh a fumar.
-Tu no fumas y la de aquel que se fue a por tabaco y nunca volvió me la sé, tira para dentro.
-De verdad que me duele la tripa, estoy malita y no voy a poder hablar ni nada.
-No poder hablar tú, eso sí que sería una novedad.
-Bela por fin llegamos –es Olivia.
-Oli, que no va a poder ser que me encuentro fatal.
-Pues yo ayer estaba afónica así es que por poco te presentas a ti misma.
-No jorobes que bastante susto llevo ya, estooo pobre ¿estás mejor?
-Sí es lo que tienen los fármacos. Puedes soltarla Ace, dentro de nada las piernas no le van a responder como para salir corriendo.
-Vosotros sí que sabéis animarme. Hola Cooper –el respectivo de Olivia- habéis llegado bien.
-No preguntes, pero dejar que vosotras deis las indicaciones no ha sido la mejor de las ideas.
-Si no os importa voy a fumarme un cigarrito antes de entrar –nos indica Oli.
-¿Y a ella sí la vas a dejar? –le pregunto a mi marido.
-De hecho la voy a acompañar, tú para adentro –me dice empujándome hacia la puerta.
-Jo.
Una vez entro me recubro de una capa de naturalidad y saludo a todo el mundo, beso, abrazo y agradezco y lo hago de corazón, ha venido mucha gente pero me siento en familia y todo resulta mucho más sencillo de lo que había imaginado.
Olivia entra enseguida y como somos mujeres de improvisaciones bien preparadas, cogemos el bloc –más concretamente ella lo coge- y escribimos las preguntas que me va a hacer –ella las escribe y yo sigo saludando-.
-¿Empezamos? –me dice Mamen, la dueña del local.
-Vamos.
-¿Sabías que vendría tanta gente? –me pregunta Olivia cuando estamos sentadas en el escenario y con los focos cegando nuestra visión.
-Pues no, pero vamos como no veo ni torta estoy tranquila.
Olivia da unos golpecitos al micrófono.
-Esta ya conectado –me dice bajito.
-Pues eso que no vemos ni torta –digo ya cara a la galería.
-Buenas noches a todos y gracias por venir estamos aquí para conocer a Bela (…)
Todo fue de maravilla y no puedo menos que estar eternamente agradecida a todos los que asistieron y me apoyaron en un día tan importante para mi, a mi querida Olivia Ardey, que vino desde Valencia y que hizo que todo fuese natural y sencillo, a Mamen por dejarme el Clan Cabaret, el local más chulo de Alicante ya puedo decir que he subido al mismo escenario que Wyoming, a Jose y Rosa, dueños del Çigró que nos agasajaron con un maravilloso ágape y a mis hermanas que me metieron en esta aventura. Y a la infinita paciencia de Ace.
Olivia y Bela |
Presentación Espirales |
Firmando |
8 comentarios:
Pues sí, lo pasamos de lujo. Y fue una presentación de las más concurridas que he visto, divertida, en un local inigualable, con canapés exquisitos cortesía de El Cigró.... Con unos asistentes entregados y simpatiquísimos, y en una de las ciudades más bonitas que existen. ¿Se puede pedir más? Disfruta de todo esto, guapa, que te lo has ganado a pulso y el mérito es todo tuyo.
Besos.
Ains lagrimones como puños que me emociono
Disfrutamos tod@s de tu presentación Bela. Nos emociona y agrada ver como eres una triunfadora.Enhorabuena,lo hiciste genial!!
Me alegro tantísimo por tí!!!! Deseando ya que vengas para achucharte, a ver si me puedo coger el día libre y comemos juntas, vale? Muaks.
Preciosa crónica. Felicidades Bela y Oli. Bueno y a los "ambos" de ambas también.
Un beso
Genial tu crónica... leerte es no para de reir lo del nombre del marido de Olivia me ha encantado, jajajaja.
Gracias chicas la verdad es que lo pasamos en grande y nuestros ambos se portaron genial.
En mi defensa tengo ke decir... tengo camisetas sin calaveras!!! pokas... pero tengo...jejeje
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